Todo empezó con el nacimiento del parisino George Mélies en
1861.
Por influencia de su padre estudia mecánica, ahí se da
cuenta de que su pasión era el espectáculo y se integró en un grupo de magos y
artistas. Más tarde, en París descubrió un nuevo artilugio, llamado
Cinematógrafo.

Los hermanos Lumiere
aportaron al parisino lo que hoy consideramos sus características ya que fueron
los creadores del famoso artilugio, el cual no mostraron al público hasta haber
conseguido grabar centenares de films y ver que funcionaba.
A Mélies le interesó tanto que lo quiso comprar pero los
hermanos Lumiere no se lo quisieron vender por la competencia.
A pesar de esto, consiguió comprar un proyector y una cámara
y comenzó a grabar numerosas películas. Su gran éxito empezó añadiendo en las
proyecciones su sensibilidad, su gran capacidad creativa y su espíritu empresarial,
también introdujo trucos de magia muy elaborados. A parte se puede decir que fue
el primero en llevar el color a sus trabajos pintando cada diapositiva
fotográfica.
Como consecuencia a lo anterior doto al cine de técnica,
arte y fantasía.
En 1914 pasó por un mal momento, con la llegada de la
Primera Guerra Mundial Mélies se arruinó y decidió quemar todas sus películas, aunque
tuvo la suerte de haber vendido fuera del país algunos de los film que más
éxito tuvo, como por ejemplo Viaje a la
luna(1902) en el que se ven muchas de sus características tales como su
trabajo en los aparatos mecánicos que aparecían en las proyecciones, el cuidado con el decorado y el vestuario.
Cabe destacar algún film mas como El inquilino diabólico, El libro mágico o El reino de las hadas.
Su trayectoria e influencia en futuros cineastas ha sido tan
reconocida a lo largo de la historia del
cine que se le hizo un guiño con la película La invención de Hugo en 2011 al gran George Mélies.
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La foto de la izquierda es del film El reino de las hadas de George Melies y la de la derecha pertenece a una parte de la película La invención de Hugo |